Kim Peek
La mañana del día que murió, Kim Peek
estuvo abriendo las tarjetas de Navidad junto a su padre, Fran, el gran
compañero de su vida. Kim no había estado enfermo, por lo que en los
días previos se estuvieron preparando para las fiestas de Navidad. Sin
embargo, la tarde del 19 de diciembre un ataque fulminante al corazón
acabó con la vida de un hombre cuya mente maravilló al mundo, inspiro
una pelicula e incluso fue objeto de estudio para la NASA y para muchas
universidades de Estados Unidos. Recién había cumplido 58 años.
Cuando nació, el 11 de noviembre de 1951, los médicos de su natal Utah
le dijeron a sus padres que sufría de un severo retraso mental, que
probablemente nunca caminaría y que lo más recomendable era internarlo
en un centro especializado, pero sus padres no aceptaron.
Tenía macrocefalia, es decir, un cráneo anormalmente grande y su cerebro
carecía de cuerpo calloso, el tejido que une a ambos hemisferios
cerebrales y que permite la conexión entre células. Se cree que al no
contar con esta condición sus neuronas se las arreglaron para unirse y
formar una sola masa capaz de memorizar el 98 por ciento de todo lo que
leía y escuchaba.
Fran, su padre, cuenta que cuando tenía entre 16 y 20 meses de nacido
era capaz de recordar cada libro que le leían. Movían el dedo de Kim
sobre cada oración que iban pronunciando para que aprendiera los
sonidos. Descubrieron que podía memorizar un libro después de leerlo
solo una vez y habiendo terminado la lectura él lo ponía boca abajo, de
modo que nadie intentara léerselo otra vez. Esa costumbre le duró hasta
el fin de sus días.
Cuando tenía tres años de edad le preguntó a sus padres qué significaba
“confidencial”. Le dijeron en son de juego que buscara en el diccionario
y así lo hizo. De alguna forma aprendió cómo localizar las palabras en
orden alfabético y luego procedía a leerlas. Desde entonces y hasta su
muerte leyó y memorizó unos 9 mil libros. Se estima que podía leer dos
páginas en un tiempo de 8 a 10 segundos porque con el ojo izquierdo leía
la página de ese lado, y con el derecho la otra página.
No caminó hasta que tenía 4 años. A esa edad ya estaba obsesionado con
los números y la aritmética, leía directorios telefónicos y sumaba
columnas completas de números telefónicos. También disfrutaba sumando
los números de las placas de los coches.
Desde 1969 Kim trabajó en un taller para adultos discapacitados. Sin la
ayuda de calculadoras o de máquinas sumadoras, sólo con su prodigiosa
mente, ayudaba a preparar información de hojas de contabilidad para
pagar los cheques de planillas. Sin embargo, sus problemas motores y de
coordinación perduraron hasta el final y su padre debía ayudarlo en
cosas elementales como abotonarse la camisa o amarrarse los zapatos.
Además, aunque era capaz de recordar con exactitud cada palabra de la
mayor parte de los libros que leyó no podía interpretarlos o sacar
conclusiones de lo que leía.
Aquí con su padre, Fran, la persona que estuvo junto a él hasta él último día de su vida.
En su libro “The Real Rain Man”, Fran Peek describió a su hijo de la
siguiente manera: “Kim no es un autista. Tiene una personalidad cálida y
amorosa. El se preocupa verdaderamente por la gente y disfruta
compartir con ellos sus capacidades y conocimientos únicos. Lo llaman
“Kimputer” (juego de palabras entre su nombre “Kim” y la palabra
“computadora” en inglés) y sus conocimientos enciclopédicos incluyen la
Historia del Mundo y de los Estados Unidos, biografías de personas
comunes y líderes, geografía (tiene conocimiento de caminos y carreteras
de Estados Unidos y Canadá), deportes profesionales (estadísticas de
baseball, basketball, fútbol, ganadores del Derby de Kentucky, etc), el
programa espacial de la NASA, películas y temas de cine, actores y
actrices, La Biblia, historia y doctrina de la Iglesia Mormona, cálculos
de calendario (incluso puede decir que día era al saber la fecha de
nacimiento de una persona, que día será su próximo cumpleaños, y el día y
el año en que la persona cumplirá 65 años, de modo que pueda
jubilarse), autores literarios, Shakespeare, códigos telefónicos de
área, códigos postales, las estaciones de televisión y su alcance en
áreas específicas.
Puede identificar la mayoría de composiciones de música clásica y decir
la fecha en que fue escrita, además de la fecha y lugar de nacimiento y
muerte del compositor.
Además se mantiene al día sobre lo que acontece en el mundo y en Estados
Unidos mediante la lectura de periodicos y revistas y a través del
seguimiento en medios audiovisuales. Puede describir las rutas que debe
seguir una persona para llegar a determinado lugar, ademas de proveer
información sobre ese condado en particular, codigo de área y postal,
estaciones de televisión disponibles en la comunidad, a donde pagan sus
facturas de teléfono, y describir cualquier hecho histórico que pudo
haber ocurrido en esa zona. Su cúmulo de conocimientos a profundidad
alcanza 14 materias”.
CUANDO LOS HERMANOS SE ENCUENTRAN
Yo tenía 17 años cuando en 1988 fui al cine a ver “Rain Man” (en español
la llamaron “Cuando los hermanos se encuentran”). La película, que ganó
cuatro premios Oscar, me impresionó grandemente y desde entonces la he
visto muchas veces.
Hasta esta semana, cuando trascendió la muerte de Kim Peek, supe que él
había inspirado el personaje de Raymond Babbitt, interpretado por
Dustin Hoffman.
La historia surgió de carambola. El escritor Barry Morrow había hecho,
años atrás, un guión para la película “Bill”, acerca de un señor con
retardo mental, papel ejecutado magistralmente por el actor Mickey
Rooney. En él se mostraba la parte humana de las personas que sufren ese
problema, muy alejado del típico rol que los pintaba como tontos o como
seres incapaces de comunicarse con otros.
Como resultado de ese interés, en 1984 Morrow fue invitado a una reunión
del Comité de Comunicaciones de la Asociación para Ciudadanos con
Retardo, en Arlington, Texas. El padre de Kim, Fran, era presidente del
Comité. Kim conoció a Morrow y, según el libro de Fran “The Real Rain
Man”, pasaron varias horas juntos.
Con
Barry Morrow, escritor del guion "Rain Man" y la estatuilla del Oscar
que gano por su trabajo, la cual obsequio a Kim. Se dice que es el Oscar
mas "tocado" del mundo porque Kim lo llevaba a sus presentaciones,
donde lo mostraba a la gente.
Kim impresionó a Morrow corrigiendo los códigos postales en las
listas de los miembros, hablando de casi todos los autores y libros que
podían hallarse en una biblioteca, citando una interminable cantidad de
datos de deportes, relatando complejas instrucciones para conductores
perdidos y “diciéndome el día de la semana en que nací, el día que sería
mi cumpleaños y cuando cumpliría 65 de modo que pudiera retirarme”,
explicó Morrow.
También discutieron sobre la Guerra Civil, la Revolución
Norteamerricana, La I y II Guerra Mundial, y las guerras de Corea y
Vietnam.
Morrow decidió escribir un guión inspirado en Kim Peek, “Rain Man”, que se convertiría en una película espectacular.
En su preparación para su papel como Raymond Babbitt, Dustin Hoffman
conoció a Kim Peek y a su padre en 1987. Hablaron sobre la monarquía
británica, La Biblia, baseball, carreras de caballos, fechas, lugares,
compositores, melodías, películas, geografía, programa espacial,
autores y literatura.
Dustin Hoffman reconoció las capacidades de Kim, al decir: “Puede que yo
sea la estrella, pero tu eres el cielo”. Cuando aceptó el Oscar como
mejor actor por su rol de Raymond Babbit, en 1989, Hoffman dijo en su
discurso: “Mi agradecimiento especial a Kim Peek por hacer de Rain Man
una realidad”.
Desde entonces su vida cambió, pues atrajo la atención de los periódicos
y cadenas de television más importantes del mundo, además de realizar
presentaciones en vivo en las que interactuaba con la gente. Se cree que
llegó a estar con unas dos millones de personas, a quienes maravillaba
con sus capacidades.
Fue protagonista de varios documentales y reportajes para Discovery
Channel, Discovery Health Channel, National Geographic Channel y
Science Channel, entre otros.
Su padre contaba que gracias a toda esa atención Kim ganó autoconfianza.
Antes de eso rara vez miraba al rostro de la persona que le hablaba.
Luego aprendió a interactuar y disfrutaba al compartir con la gente...
D.E.P.
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